El hummus es mucho más que una receta: es cultura, tradición y una manera de compartir en la mesa. Su nombre en árabe significa “garbanzo”, ingrediente central de esta crema suave y nutritiva que se convirtió en un clásico del tapeo de Medio Oriente.
Dentro del mezzé o medzé —esa selección de pequeños platitos que se sirven antes del plato principal— el hummus ocupa un lugar protagónico. Untado en pan pita, acompañado con verduras frescas o simplemente degustado a cucharadas, es una preparación que conquista por su frescura, sencillez y sabor único.
El ingrediente clave: los garbanzos
El secreto de un buen hummus empieza en la elección de los garbanzos. Conviene optar por granos de buena calidad, dejarlos en remojo al menos 12 horas y luego hervirlos hasta que estén tan tiernos que se deshagan al presionarlos entre los dedos. Un truco muy utilizado es añadir una pizca de bicarbonato al agua de cocción para ablandarlos más rápido.
Es importante reservar parte del agua de cocción, ya que servirá luego para ajustar la textura de la crema. Cuanto más tiempo se cocinen los garbanzos, más fácil será lograr un hummus suave y cremoso.

La receta perfecta
Una vez cocidos los garbanzos, llega el momento de transformarlos en esa crema irresistible. Para medio kilo se suele utilizar:
- 2 dientes de ajo
- 2 cucharadas de pasta de sésamo (tahini)
- Jugo de uno o dos limones, según la acidez deseada
- Una pizca de sal
- Aceite de oliva
Todo se procesa hasta obtener una textura homogénea y aterciopelada. Si la preparación queda muy espesa, se puede agregar un poco de agua de cocción o un chorrito extra de aceite de oliva.
Toques finales
El hummus se sirve fresco y, de ser posible, recién hecho. Antes de llevarlo a la mesa, se recomienda espolvorear con comino o pimentón, decorar con perejil fresco y rociar generosamente con aceite de oliva. Se conserva en la heladera durante algunos días, pero siempre recupera mejor su textura si se procesa nuevamente unos minutos antes de consumir.
El maridaje tradicional incluye panes como el lavash o pita, pero también combina muy bien con vegetales crudos, grisines caseros o galletitas saladas.

Mucho más que una receta
El hummus viajó desde Medio Oriente hasta nuestras mesas de la mano de la inmigración y hoy es parte del repertorio de sabores que invitan a compartir. Representa unión, familia y tradición: una preparación sencilla que lleva consigo siglos de historia.